En Norteamérica, y principalmente en Estados Unidos, se realiza un constante esfuerzo para preservar la historia y costumbres de los pueblos nativos americanos.

Las culturas indígenas del continente han prosperado durante miles de años. Actualmente, se aprende sobre ellas a través de exposiciones, museos de historia viva, eventos, exploración de sitios ancestrales, conversaciones con indígenas, etc.

Gracias a esto, reconocemos algunas de las tribus de indios americanos más conocidas como los apaches, los sioux, los cheroquis o los cheyenes. Pero existieron otras como los pies negros, los arapajó o los navajos que contaban con un gran número de población. La cual se vio disminuida por las guerras y ataques de forasteros.

Colonización europea de América

A partir de la llegada a América de Cristóbal Colón, holandeses, franceses, españoles e ingleses se lanzaron a explorar, ocupar y explotar América.

Aquellos que quisieron colonizar el norte posicionaron el primer asentamiento permanente de ingleses en 1606, pero murieron en el crudo invierno norteamericano. Los sobrevivientes se encontraron con un pielrroja que les presentó al cacique Massasoit y éste les regaló un venado.

Al encontrarse, los indios les enseñaron a los ingleses a pescar, a preparar los alimentos de la región, a cazar, a sembrar el maíz, entre otras cosas. Les enseñaron a sobrevivir en esas tierras estériles y que en el invierno quedaban sepultadas bajo gruesas capas de nieve. Sin embargo, diecisiete años después, atacaron a la tribu pequot siendo ésta la primera batalla de una guerra que se alargaría por años.

Los anglosajones se apoderaron de sus tierras “en virtud del descubrimiento” y por el “derecho que tienen las naciones civilizadas de establecerse en el territorio ocupado por tribus salvajes”.

La Corona inglesa reconoció a los nativos su derecho a la tierra y consideró que su derecho a la propiedad era inalienable e imprescriptible. Por lo que se les dio a las tribus el carácter de naciones y se prohibió todo embargo de sus tierras; fue así como los ingleses les “dieron” tierras a los nativos para que las convirtieran en granjas, las cultivaran y construyeran en ellas un hogar heredable.

Fueron poco a poco “aculturados” y aceptaron vivir como los “civilizados”; los demás, durante la época posrevolucionaria, se volvieron un estorbo para la expansión hacia el Oeste.

Nativos en campamento

Olvido institucional hacia la historia y costumbres de los pueblos nativos americanos

En 1781, el Congreso prohibió a los gobiernos de los estados celebrar tratados con los indios y así se desconoció en forma definitiva a la nación india. En 1887, se hizo una adjudicación general de tierras a los indios: a cada cabeza de familia se le entregó una parcela; lo “sobrante” fue para los colonos.

El 26 de febrero de 1860, un grupo de colonos masacró a 100 aborígenes de la tribu de los Wiyot. El suceso se produjo en la pequeña isla de Duluwat en California. La mayoría de las víctimas fueron ancianos, mujeres y niños, sus asesinos aprovecharon que los hombres del poblado habían salido por suministros.

Ese mismo año, los ingleses apresaron al líder de los Chiricahua, Cochise. Luego que un grupo de apaches capturara a un inglés, resultando en una acusación falsa en contra de Chochise.

Cochise y su mujer

Se aprovecharon del terreno que los nativos americanos consideraban sagrado, donde realizaban sus ceremonias rituales y lo convirtieron en una explotación ganadera, un astillero y un terreno fantasma.

Sin importar cuánto lucharan y defendieran sus tierras, fueron expulsados y encerrados en reservaciones. Se les asignaron tierras áridas e inhabitables para el blanco, mataron a sus animales, exterminaron cinco millones de búfalos. Finalmente, pasaron a ser mantenidos por las provisiones del Gobierno y por asignaciones anuales en dinero que perdían en juegos o gastaban en ron y coñac, que percibían a cambio de tierras.

Con esto último, el presidente Cleveland los reivindicó: “Ebrios y ladrones son porque así les hicimos, pues tenemos que pedirles perdón por haberlos hecho ebrios y ladrones, y en vez de explotarlos y renegarlos, démosles trabajo en sus tierras y estímulos que les muevan a vivir, que ellos son buenos, aun cuando les hemos dado derecho a no serlo”.

A pesar de este llamado, en 1890, en la actual Dakota del Sur, se llevó a cabo la masacre de Wounded Knee. Donde el 7.º Regimiento de Caballería disparó de manera indiscriminada contra los nativos Sioux, matando hombres, mujeres y niños e incluso algunos soldados estadounidenses.

Masacre de Wounded Knee

La cultura lakota que todavía no habían entregado sus armas respondieron al fuego, pero enseguida fueron abatidos. Los lakota sobrevivientes huyeron, pero la caballería estadounidense los persiguió y mató a pesar de que muchos de ellos iban desarmados. Los veinte miembros del regimiento que mataron a más personas fueron galardonados con la prestigiosa Medalla de Honor.

Se piensa que en el momento en el que llegaron los europeos a Estados Unidos existían entre 140 y 160 tribus de nativos, con cerca de un millón de indígenas. En 1885 quedaban 300.000 sobrevivientes.

Alce Negro, médico u hombre santo, perteneciente a los Sioux, relató con nostalgia y tristeza en su última carta:

“Cuando yo era un muchacho, el país era muy bello, a lo largo de los ríos había zonas boscosas en las que crecían todo tipo de árboles. Y debajo de ellos crecían muchas buenas hierbas y plantas floridas. Tanto en los bosques como en las praderas podía ver los rastros de muchas clases de animales, y oír los alegres cantos de los pájaros.

Cuando caminaba en medio del campo podía ver muchas formas de vida, hermosas criaturas vivientes que el Gran Espíritu había puesto allí, y éstas volaban, andaban, saltaban, corrían por todas partes, cada una a su manera. Pero ahora la faz de la tierra está cambiada y triste. Los seres vivientes se han ido. Veo la tierra desolada y sufro una tristeza indecible. A veces me despierto en medio de la noche y siento como si fuera a ahogarme, por la presión de este atroz sentimiento de soledad.

Alce NEgro nativo americano

Con lágrimas en los ojos, ¡Oh Gran Espíritu!, con lágrimas en los ojos he de decir ahora que el árbol nunca floreció.

Heme aquí como un viejo miserable, he fracasado y no he hecho nada. Aquí en el centro del mundo, adonde me llevaste cuando era joven y donde me enseñaste; aquí estoy en la ancianidad, y el árbol se ha secado, Abuelo, Abuelo mío.

Una vez más, acaso la última en esta tierra, recuerdo la gran visión que me enviaste. Tal vez viva todavía alguna raicilla del árbol sagrado; nútrela, pues, para que se cubra de hojas y flores y se llene de pájaros cantores. Escúchame, no por mí, sino por mi pueblo, soy viejo. Escúchame a fin de que mi gente pueda entrar de nuevo en el círculo sagrado y halle el buen camino, el árbol protector”.

Actualidad

​En el año 2001, el Congreso Nacional de Indios Americanos (organización indígena de Estados Unidos que tiene como propósito la protección de los derechos de los indígenas) aprobó dos resoluciones condenando la entrega de estas medallas y pidió al gobierno estadounidense que las retirara y dejara sin efecto.

Caballería de ingleses vs sioux
Medalla de honor

Estados Unidos anunció en 2010 que apoyaría la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (DNUDPI) como guía rectora, después de haber votado en su contra en 2007.

Las naciones nativas federalmente reconocidas son soberanas, pero siempre bajo la tutela del Estado. El Gobierno federal tiene el mandato de realizar consultas tribales, tiene plenos poderes sobre las naciones indígenas. Y aunque los indígenas americanos en Estados Unidos son generalmente ciudadanos estadounidenses, también son ciudadanos de sus propias naciones. En el censo de ese año, se mostró que la población de nativos americanos representa un 1.6% de la población total.

Nativo en Washington

En 2012, en la Reserva de Pine Ridge contiene a aproximadamente 30.000 personas. La expectativa de vida es una de las más bajas en Estados Unidos, la mortalidad infantil es 5 veces más alta que en cualquier lugar del país y la frecuencia de suicidios es 4 veces más alta que en cualquier otro estado.

En enero de 2018, el presidente de EE.UU, Donald Trump, firmó un proyecto de ley para reconocer federalmente a seis tribus nativas de Virginia: los Chickahominy, los Eastern Chickahominy, los Upper Mattaponi, los Rappahannock, los Monacan y los Nansemond. La mención reconoce la soberanía de estas tribus, establece relaciones de gobierno a gobierno con Estados Unidos y permite a las tribus acceder a servicios y financiación federal. 

Donald Trump Nativos Americanos

El reconocimiento de estas seis tribus estaba condicionado por un acuerdo de que no se involucrarían en el sector del juego de las tribus. Ese mismo año, se publicó que el índice de pobreza de quienes se identifican como nativos americanos es de un 27% aprox.

Recientemente, en 2019, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, reconoció públicamente el genocidio del que han sido víctimas los indígenas canadienses, denunciando las violaciones de los derechos fundamentales la historia y costumbres de los pueblos nativos americanos de los que se han visto privados, especialmente mujeres y niñas.

Trudeau nativos americanos

Además, en EE.UU, específicamente en California, se les devolvió las tierras de Duluwat (actual Eureka) a sus propietarios originales. La Asociación de Asuntos de los Indios Americanos mencionó que “también es el centro espiritual y físico del universo para la pequeña tribu de los wiyot” y en una ceremonia celebrada a propósito de la devolución de la isla, que permitió disfrutar de los cánticos tradicionales de la líder tribal, Cheryl Seidner, quien agregó “estamos regresando a casa”. y se ah logrado de cierta mantener la historia y costumbres de los pueblos nativos americanos

Los nativos americanos han sido históricamente vulnerables a ataques, despojos, pobreza y hasta a nuevas enfermedades traídas a sus territorios. Esta vez no es la excepción.

Consecuencias del Covid-19 en las tribus

El coronavirus ha eliminado las fuentes de ingresos para los nativos americanos que se utilizan para administrar instalaciones de salud, lo que hace que la pandemia sea más mortal en las reservas.

Ya que las tribus son responsables por ley de proporcionar servicios a los nativos en tierras asignadas por el gobierno federal, no están autorizados para recaudar impuestos. Dependen de los ingresos de los casinos y otras empresas autorizadas para pagar y mantener el sistema de salud pública.

El impacto económico de COVID-19 en las comunidades nativas americanas podría ser devastador. Ya que no hay un solo casino indio en Estados Unidos abierto hoy y todos los negocios tribales están cerrados.

Según los Servicios de Salud Indígenas, hay casi 4.000 casos confirmados de COVID-19 entre las tribus nativas americanas, con más de 2.700 en reservas de la comunidad navajo.

Si quieres seguir interiorizándote con esta fascinante historia de lucha y resistencia continúa leyendo nuestra entradas de blog de Flautas Étnicas.