Cuenta la leyenda que, al ver la caída de un meteorito, los monjes tibetanos hicieron los primeros cuencos con una alineación “planetaria” de 7 metales.
Se dice también que, anterior al budismo, habrían llegado monjes por la ruta de la seda desde la China al Tíbet, donde se habrían construidos cuencos gigantes, hace ya más de 3500 años atrás.
Independiente de su origen, fueron usados al principio como recipientes para sus comidas, pero luego descubrieron sus poderosos sonidos y los incluyeron en sus ceremonias.
La sonoterapia o sonidoterapia
La sonoterapia es una terapia alternativa que postula el uso de sonidos como tratamiento curativo.
Shaiva Tabdar, creador de Sonoterapia.cl, nos cuenta que “el sonido étnico y su cosmovisión musical es un portal al lenguaje ancestrológico de comunicación primordial de la humanidad y su entorno, logrando conectar con el origen de las cosas dentro del subconsciente e inconsciente de una persona, de este modo, sanar las vibraciones psico-somáticas que habiten en el individuo, repercutiendo positivamente en la regeneración del sistema inmunológico”.
La instrumentación presente es: Flautas nativoamericanas y bansuri, tambores arquetípicos, cantos sagrados, cantos armónicos (sobre tonos), Mantras y Bija, didgeridoo, kalimbas, arpas, gongs, hang, entre otros. Se utilizan principalmente cuencos tibetanos o de cuarzo y diapasones afinados a determinadas frecuencias.
Hay varias tiendas donde puedes encontrar estos elementos, pero queremos destacar www.unisonoterapia.cl , una tienda especializada en Cuencos Tibetanos, martillados y fabricados artesanalmente en Kathmandú, Nepal. Aquí puedes comprar cuencos tibetanos, encontrar más información sobre este instrumento, descubrir el poder terapéutico de estos tesoros espirituales y sumergirte en el sonido y la vibración que producen.
Diferencia entre sonoterapia y musicoterapia
Según La Federación Mundial de Musicoterapia, la sonidoterapia se diferencia de la musicoterapia.
La musicoterapia es el uso de la música y sus elementos para facilitar las relaciones, el aprendizaje, el movimiento, la expresión y la organización.
Para así satisfacer las necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas; pero sí o sí debe ser realizado por un musicoterapeuta calificado.
La sonidoterapia está catalogada como una terapia vibracional y fue reconocida por la OMS desde 1978.
Esta terapia utiliza el sonido de la voz e instrumentos musicales con el fin de restablecer la armonía y la salud, promoviendo un desarrollo integral.
Por otro lado, aborda la salud física, mental y emocional y se vincula especialmente al crecimiento personal y al desarrollo de la dimensión espiritual.
La sonoterapia en conjunto con la música étnica se centra para aquellos que desean compenetrarse y fortalecer su bienestar, por medio de la emisión y recepción de sonido de alto impacto, reflexivo y vibracional.
Las vibraciones de los vientos
La práctica de la sonoterapia es la combinación de saberes. Los instrumentos utilizados por indígenas en los rituales son la principal razón por la que se utilizan aerófonos, ya sean, ocarinas, didgeridoos, pingullos, kipas y flautas en general.
Las flautas étnicas y su cosmovisión musical
“Todo es vibración”, es un principio universal. Nuestras células, tejidos, órganos, son compuestos de átomos que vibran en distintas frecuencias.
Por esto, el sonido de las Flautas Étnicas y su cosmovisión musical es un portal al lenguaje ancestral de comunicación primordial de la humanidad.
Logra conectar con el origen de las cosas, dentro del subconsciente e inconsciente de una persona, para de este modo sanar las vibraciones psicosomáticas que habitan en el individuo, repercutiendo positivamente en la regeneración del sistema inmunológico.
No sólo es curativo el sonido percibido por estos instrumentos, sino también la producción de ellos.
El intérprete trabaja a nivel pulmonar, aumenta la capacidad del diafragma, beneficia a personas con problemas comunicacionales, etc.
Además, la vibración repercute en la columna, que actúa como vehículo de resonancia y se extiende a través del sistema nervioso a nuestras células, tejidos y órganos.
Tipos de flautas étnicas y sus beneficios
En particular, el poder de los sonidos de la Flauta Bansuri es descrito como sanador por la conciencia e intención con que son elaborados.
La interpretación del Raga considera una forma melódica sutil, precisa y estética.
Además, los diversos instrumentos como flautas Cherokee o Flautas Nativas Americanas entregan la sensación de paz y armonía a una cierta frecuencia que el cuerpo reconoce, equilibran su cuerpo energético, los chakras y limpia el campo áurico.
Son flautas que, por excelencia, conectan con el mundo chamánico. Su sonido abre las puertas para la búsqueda de visión (ayuno de montaña) y logra conectar con el gran espíritu: La fuerza natural del universo.
Los monjes itinerantes de la secta Fuke del budismo Zen utilizaron aerófonos como medio para la meditación, conocida como zazen o suizen, interpretando la Flauta Shakuhachi, y en algunas ocasiones practicaban un arte marcial en el cual se utilizaba el pesado cuerpo de la flauta como arma de defensa.
Estos monjes buscaban básicamente dos cosas: la emisión de sonidos ásperos o “sucios”, ya que creían que a través de estos podrían purificar su espíritu, y el control de la respiración.
La leyenda, en ese aspecto, dice también que los sonidos eran forjados en profundos estados meditativos.
De ahí nace su uso en ritos ceremoniales, en el despertar de la conciencia y en la sanación a nivel físico, mental, emocional y espiritual.
El viaje de sonido es una mezcla entre un concierto y una meditación grupal en la que podemos alcanzar estados de relajación, sanación, contribuir al sueño profundo y experimentar la sensación de bienestar entre muchos otros beneficios que armoniza nuestros sentidos.